Si el objetivo es diseñar el lugar de trabajo de la oficina como un espacio adecuado para el cuidado de la espalda, la base saludable debe estar constituida por buenos muebles para sentarse y, en el caso ideal, un escritorio ajustable en altura. Pero hay otros componentes que tampoco se deben olvidar. Para evitar las posturas forzadas nocivas, los pupitres de pie, los atriles y las lámparas de escritorio son tan importantes como los periféricos de entrada del ordenador, es decir, el teclado, el ratón, etc. En todas estas áreas existen muy buenas soluciones ergonómicas, que disminuyen la carga ejercida sobre los empleados y permiten reducir así claramente los dolores y el número de jornadas de trabajo perdidas. Además, han surgido nuevos conceptos, como el del "Trabajo enfocado en el cuerpo" o el de "Estar de pie en movimiento".
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