La escolarización es algo muy especial, que casi todos los niños esperan con ansia. Sin embargo, no todos los cambios que conlleva son positivos, ya que la escuela a menudo también obliga a permanecer sentados, aprender y escuchar, en lugar de jugar, alborotar y moverse.
En particular, las largas horas en un asiento significan un difícil reto para los niños, que están llenos de energía y necesitan moverse. Además, la quietud en una posición sentada puede afectar tanto la salud de la espalda como la concentración y el rendimiento de los alumnos.
A esto se suma la inadecuada carga cotidiana de mochilas escolares, que puede ser perjudicial para la espalda de los niños.
En las páginas siguientes usted podrá encontrar sugerencias para cuidar la espalda de los niños que asisten a la escuela: