El uso de un calzado inadecuado provoca daños considerables
Es saludable caminar descalzo sobre suelos naturales. Allí los pies y el cuerpo están activos. En cambio, las superficies firmes y uniformes de nuestra civilización actual —combinadas con el uso de un calzado inadecuado— representan un gran esfuerzo con consecuencias físicas negativas. Las cargas de impacto y compresión, derivadas de apoyar los pies sobre suelos duros, son veneno para la columna vertebral y las articulaciones. Dentro de este contexto aparecen o se agravan las molestias.
Las características del calzado (por ejemplo: demasiado duro, demasiado estrecho, demasiado ancho, demasiado largo o con tacones demasiado altos) causan problemas adicionales, como acortamiento de tendones, heridas en los pies, ampollas, dolores por compresión, deformaciones y afecciones en la piel.
Solo alrededor de un 50% de los adultos tiene pies de anchura "normal", mientras que una cifra cercana al 45% posee un tamaño "extraancho" y los del 5% aproximadamente son estrechos. No obstante, la longitud y la anchura del calzado siempre deben ser las adecuadas para evitar molestias en la mayor medida posible.
También se debe favorecer el balanceo natural de la pisada y guiar el pie de forma segura en el talón. En conclusión, se debe garantizar un ajuste que tenga en cuenta las necesidades individuales de cada persona. Cabe destacar en tal sentido que muchas veces el calzado de moda presenta enormes defectos.
Según la "tarea" del calzado, surgen diferentes necesidades.
En las páginas siguientes usted podrá obtener información detallada al respecto: